La versatilidad de este vermut lo hace ideal para el momento del aperitivo y para acompañar una gran variedad de tapas:
Tapas y Aperitivos Clásicos: Aceitunas, anchoas, conservas y patatas fritas.
Platos con toques amargos o herbáceos: Debido a su carácter de lúpulo, marida muy bien con tapas que tengan un punto amargo, como las que incluyen alcachofas, o que tengan especias y hierbas.
Platos más arriesgados: Su singularidad permite maridajes con ciertos ahumados o incluso carnes blancas.
Para tomarlo solo: Por su complejidad y equilibrio, es delicioso por sí mismo, con hielo y una rodaja de naranja.