CEO en PMK MARKETING
Hoy hablamos con Jorge Muga, el alma detrás de Tihom, un proyecto que combina tradición, pasión y una visión innovadora del vino en La Rioja.
Tu trayectoria en el mundo del vino es amplia.
Me crié en una bodega desde niño. Salía del colegio y, en lugar de jugar al fútbol como otros niños, iba directo a la bodega. Al principio, hacía más travesuras que trabajo, pero con el tiempo fui aprendiendo, aunque seguimos haciendo alguna travesura aún.
Vengo de una familia de varias generaciones dedicadas al vino, aunque ninguno era enólogo. Yo fui el primero. Siempre me fascinó cómo una misma planta en distintos suelos puede dar vinos completamente diferentes. Mi pasión es el viñedo, el suelo y la viticultura. No me considero enólogo; soy un técnico que sabe elegir uvas y entender el carácter de la tierra. Creo que el mejor enólogo es aquel que no estropea lo que la naturaleza ofrece.
Tras toda una carrera en Bodegas Muga, tenías una vida estable.
A medida que la bodega familiar crecía, me alejaba del trabajo que realmente me apasiona: el viñedo y la elaboración. Veía que mi futuro se inclinaba más hacia la gestión, algo que no me gusta. Así que tomé la decisión de apostar por una bodega pequeña y manejable, ubicada en el barrio de la estación, donde podía trabajar con viñas que conozco desde niño.
Comenzar una bodega artesanal debió ser todo un reto.
Lanzamos el proyecto en 2019, pocos meses antes de la pandemia, lo que trajo problemas de suministro y financiación. Pero siempre he creído que los grandes proyectos comienzan con dificultades. Mi abuela fundó su bodega antes de la Guerra Civil y lo pasó muy mal, pero salió adelante. A pesar de los obstáculos, estoy disfrutando mucho, elaborando vinos como siempre quise, diferentes a lo convencional en Rioja.
Tus vinos han tenido una gran acogida y se agotan en muchas tiendas.
Lanzamos al mercado los vinos TiHom y, posteriormente, la gama THM, que es una versión más accesible de los mismos. En cuanto al rosado, se asemeja al clásico rosado de Rioja Alta, pero con un toque personal.
Me gustaría seguir creciendo a un ritmo sostenible, sin perder la calidad ni la esencia del proyecto. No busco grandes volúmenes, sino mantener el carácter de cada vino y seguir mostrando otra cara de Rioja.
Está claro que la pasión de Jorge por el viñedo y su conexión con la tierra han sido el motor de este proyecto. Tihom representa una nueva visión de La Rioja, combinando respeto por la tradición con una apuesta innovadora. Sin duda, una bodega a seguir muy de cerca.
