Eduardo Garza: Pasión por el vino y la excelencia en el Priorat

30 de enero de 2025
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Pablo Alonso

CEO en PMK MARKETING

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En este artículo

El mundo del vino está lleno de historias fascinantes, y hoy tenemos el placer de entrevistar a Eduardo Garza, fundador de bodegas “Eduardo Garza”, un apasionado del vino que ha encontrado en el Priorat el lugar perfecto para desarrollar su proyecto.

 

Eduardo, vienes de Guatemala, un país donde el vino no es una tradición arraigada.

¿Cómo nació tu pasión por este mundo?

Fue una combinación de cultura familiar y experiencias personales. En Guatemala, comencé con una distribuidora de vinos importados, lo que me permitió adentrarme en la industria y, con el tiempo, quise ir más allá.

 

¿Por qué elegiste el Priorat para fundar tu bodega?

Me sentí en casa cuando llegué. En Guatemala trabajamos con cultivos de café en terrenos empinados y manuales, algo muy similar al Priorat. Además, las oportunidades que surgieron me hicieron decidirme por esta región.

 

¿Cómo describirías tus viñedos y por qué elegiste la cariñena y la garnacha?

Tengo cuatro viñedos, dos de ellos con más de 70 años. Uno fue plantado en 1918 y otro en 1948. Mi filosofía es valorar el terroir y aplicar una intervención mínima, respetando la identidad de cada añada.

 

¿Tu objetivo es hacer vinos que reflejen el terroir más que la mano del enólogo?

Exactamente. La calidad viene del viñedo, no de la bodega. Nuestro trabajo es preservar esa calidad sin alterarla.

 

Hablemos de tus parcelas.

¿Qué características tienen y cómo influyen en el vino?

Cada parcela es única. “El vino Socarrat” es cariñena casi pura, ubicada en un barranco inhóspito donde las condiciones extremas crean un vino con gran estructura. “San Martín” es otra cariñena del 48 con exposición oeste, lo que permite una maduración lenta. “La Cinta”, de 1918, es casi toda garnacha, con una fruta muy marcada y maduración temprana.

 

De todos los vinos que elaboras.

¿Cuál crees que representa mejor tu proyecto?

“El Socarrat”, sin duda. Es un vino parcelario con 85% cariñena y 15% garnacha, criado en hormigón para suavizar su acidez y preservar la frescura. Su producción es muy limitada, unas 1.200 botellas.

 

También produces “El Negre”.

¿Cómo se diferencia este vino?

Es un vino regional, elaborado con garnacha y cariñena de distintas zonas del Priorat. No refleja una parcela específica, sino la identidad de la región. En esta añada hicimos 4.000 botellas.

 

También elaboras un vino blanco.

¿De qué variedad y qué perfil tiene?

Es un blanco de garnacha blanca con un perfil oxidativo, con notas de almendra y fruta de hueso, manteniendo una acidez alta que le da frescura y complejidad.

 

Para terminar,

¿qué planes tienes para el futuro de tu bodega?

Quiero crecer de manera sostenible, manteniendo siempre la calidad. No busco grandes volúmenes, sino consolidar mi proyecto sin perder la esencia.

 

 

Eduardo Garza es un ejemplo de cómo la pasión y el respeto por el terroir pueden dar vida a vinos excepcionales. Su historia demuestra que el vino no tiene fronteras y que, con dedicación, cualquier rincón del mundo puede convertirse en un referente vinícola.